Con contingentes de policías, a los que según varias fuentes se sumaron paramilitares y turbas afines al gobierno, las autoridades de Nicaragua intentan recuperar este martes el control de la ciudad de Masaya, declarada por sus habitantes en rebeldía contra el presidente Daniel Ortega.
"Se oyen sonidos fuertes de ráfagas (de fusil) en el Coyotepe, La Barranca y en la entrada principal de Masaya, que ya está bajo posesión" de las fuerzas progubernamentales, dijo el secretario de la Asociación Nicaragüense Pro Derechos Humanos (ANPDH), Álvaro Leiva.
En el operativo iniciado en horas de la mañana se reportaron al menos ocho heridos y "estamos enviando un S.O.S, que cesen su ataque y su terror" contra la población de Masaya, declaró Leiva al canal independiente 100% Noticias.
"Masaya se mantiene firme, pero frente a este ataque desmedido y no comparable en fuerzas, los ciudadanos están haciendo resistencia física dentro de sus posibilidades porque tienen que resguardar sus vidas", dijo Leiva.
El obispo auxiliar de Managua, Silvio Báez, escribió a su vez en Twitter: "Paren el ataque a Masaya. Respeten la vida de la población".
Las fuerzas progubernamentales, apoyadas por tractores y camiones de volquete de la Alcaldía de Managua, levantaban los bloqueos sobre la carretera que conduce a la localidad.
En Ticuantepe, en el km 14 de la ruta de Managua a Masaya, decenas de mujeres salieron a la calle para sonar pailas y silbatos contra los antimotines y paramilitares, mientras los jóvenes que protegían el bloqueo de la vía huían por veredas perseguidos por turbas violentas identificadas con el gobierno, dijeron pobladores a emisoras capitalinas.
La ciudad de Masaya, 30 km al sureste de Managua y de 100.000 habitantes, se declaró en rebeldía para exigir que el presidente Ortega y su esposa y vicepresidenta Rosario Murillo abandonen el poder.